Este artista es descendiente de reconocidos careteros orureños, siendo su padre Germán Flores.
"Siguiendo la tradición de familia estamos con este tipo de esculturas. Es la Virgen del Socavón tallada en yeso, y un diablo que data de 1920 porque las astas se hacían de madera, los ojos eran de vidrio de botella, tenemos también una china que data de esa época, con un lagarto pequeño y con el rostro que no es muy femenino", explicó el artista.
Expuso además un dragón de tres cabezas, que señaló es exclusivamente una escultura, es decir, que estará en un lugar estático, por lo que los artistas tienen la libertad de darle al dragón todas las características, como el volumen en las manos, cosa que las caretas aunque son hechas de cartón parecem de hojalata.
"Cuando sea una escultura estática, para una exposición esto puede adquirir el peso que sea necesario para una mejor estética, en este caso tiene el volumen necesario en los pies y en las manos, los cuellos y el movimiento que requiere, para una careta se tiene que buscar que sea hueco y lo más liviano", explicó Flores.
Asimismo, entre la escultura de la Virgen del Socavón y del dragón, puso la lucha entre el bien y el mal, representado con el Ángel Miguel y el diablo, lo que implica el relato de la diablada.
"Esto es lo que quiero demostrar precisamente, por eso la obra se ubica debajo de la Virgen que están en el cielo, sobre infierno donde está el dragón, y al medio está el Ángel Miguel con el diablo, eso es lo bueno y lo malo", dijo Flores.
Indicó que sus obras fueron creadas por el momento para exponerlas, pero que más adelante verá la posibilidad de venderlas, pero que se debe valorar primero que al ser una obra de arte es única, no hay otras iguales, y que es un gran trabajo, lo que es muy diferente a las artesanías, que son repetitivas.
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