domingo, 9 de marzo de 2014

Nuestro Carnaval: realmente una Obra Maestra

La ciudad de Oruro, situada en el altiplano central de Bolivia, su naturaleza, a pesar de la aridez de la región, provee al departamento de abundantes recursos, se halla en plena meseta altiplánica a 3.706 metros sobre el nivel del mar; en esta se realiza anualmente la famosa entrada del Carnaval de Oruro, declarada por la Unesco, como "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad", donde año tras año miles de bailarines demuestran su baile en devoción a la Virgen del Socavón.



HISTORIA

Desde la aparición de la imagen de la Virgen de la Candelaria en 1789, y su revelación posterior en una cueva del cerro "Pie de Gallo". Cuenta la leyenda que en un socavón abandonado de la mina del cerro antes mencionado, vivía un ladrón llamado el Chiru Chiru (nombre recibido por el aspecto de su cabello, que lo tenía desordenado y cuya apariencia era similar a la del nido de un pajarillo que era conocido con ese nombre) que robaba de los ricos para repartirlo entre los pobres. En una de sus aventuras nocturnas fue mortalmente herido por un obrero a quien pretendió quitarle el único tesoro que tenía. En su agonía fue trasladado por una virginal mujer del pueblo hasta su morada en el socavón. Al día siguiente, fue enorme la sorpresa de los mineros de la zona que al hallar el cuerpo sin vida del ladrón observaron la bella imagen de la Virgen de la Candelaria custodiando la cabecera de la pobre cama del ladrón.

Los mineros, ante el descubrimiento de la Virgen resuelven reverenciarla durante tres días al año desde el sábado del carnaval, usando disfraces a semejanza del diablo al ritmo de una cautivante música. Desde entonces realizan la Entrada de Cargamentos y Ceras, con ornamentos regionales, presentes de plata para la Patrona, viandas y bebidas.

Son de ahí donde nacen las primeras comparsas o fraternidades devotas de la Virgen de la Candelaria. Es así que tropas de diablos, morenos y tobas danzan hacia la antigua capilla del Socavón extasiados de chicha y alcohol. En ese tiempo no participaban niños ni mujeres.

Olvidándose de los prejuicios, empleados del comercio, la banca, maestros y hasta militares se unieron al Carnaval y marcaron innovaciones a los futuros rumbos de la original entrada.

En 1963 se funda el Comité de Defensa de los Conjuntos Folklóricos, mientras que en los teatros se escenifica el original "relato" de la Diablada y la lucha del Bien y del Mal del escritor Rafael Ulises Peláez.

En el año 1970 el gobierno declara a la ciudad de Oruro como la "Capital Folklórica de Bolivia" las bandas de música aumentan su creatividad y se impulsa el viaje de grupos de Diablada al interior y exterior del país. Comienzan a surgir otros conjuntos y con la incursión resuelta de la juventud y la mujer en el Carnaval, este comienza a masificarse.

Desde la década de los 80 hasta nuestros días, se vive un período de esplendor con la espectacular presentación de la mujer, el despliegue de trajes y derroche de belleza juvenil. Por primera vez se elaboró el estudio técnico para gestionar ante la Unesco la declaratoria del Carnaval Orureño como Patrimonio Cultural Intangible para la Humanidad.

Finalmente el 18 de Mayo del 2001, la Unesco declaró al Carnaval de Oruro como "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad".

Existe una gran identificación de la población boliviana con sus danzas, su folklore y tradición. Hoy en día nuevas generaciones integran las diversas fraternidades de danzarines dando continuidad al famoso Carnaval de Oruro, así como las entradas de los Carnavales en los distintos departamentos de Bolivia.



ARMONÍA RELIGIOSA

La celebración se realiza en la ciudad de Oruro, la cual es considerada la capital folklórica de Bolivia. En el Carnaval de Oruro aún conviven la religión pagana y católica, mostrando ante el mundo su sincretismo religioso único, y se distingue a nivel mundial, por ser el único con sentido religioso, que proviene de lo autóctono andino y del cristianismo; de este choque de culturas, experiencias de fe, y de vivencias, nace lo que se viene a llamar "armonía religiosa", que en la admirable entrada de Oruro, muestra todo su esplendor; las dos visiones de Fe, se llegan a fundir en una sola, lo que a la larga se llega a denominar "religiosidad popular", la armonía que se respira en el carnaval orureño, está lleno de hermosas simbologías, de creencias y fusión de culturas; fruto de ello es la bella danza de origen minero denominada "La Diablada", la cual representa la eterna lucha entre el bien y el mal, en esta, se observa al Arcángel Miguel, guiando a Lucifer y sus demonios, los cuales ya vencidos, van a postrarse ante la Mamita del Socavón (Virgen de la Candelaria); la Diablada, es el baile representativo por excelencia del Carnaval de Oruro, observar esta danza, es realmente una experiencia inolvidable, se ha podido advertir cómo turistas de distintos puntos del planeta derraman lágrimas al ver entrar a los diablos, lanzando fuego de la parte superior de sus máscaras (el tamaño estimado de estas es de un metro como mínimo, pudiendo ser más grandes) entre humos de colores y fuegos artificiales.

Participar de manera activa en la preciosa entrada del Carnaval de Oruro, es una experiencia realmente hermosa, primero porque para poder participar en cualquiera de las fraternidades que bailan en Oruro, se debe ensayar con unos 4 a 5 meses de anticipación, es más, se da un examen de destreza en el baile elegido, para ver si uno es apto para formar parte de la fraternidad; ya en la entrada misma del Carnaval, la alegría que contagia el baile, y la respuesta afectuosa del público asistente, llena de energía y entusiasmo a los bailarines, que a pesar de los varios kilómetros de recorrido, no aflojan para nada en el esfuerzo que requiere la realización de la danza (sólo como ejemplo en el baile de los Tobas, la coreografía requiere dar saltos de hasta un metro de altura), ya llegando al Santuario del Socavón, y postrarse ante el Sagrario y la Virgencita, es algo indescriptible, es una sumatoria de devoción y fe por la Mamita del Socavón, de emoción y cansancio, que hacen que los bailarines se rompan en lágrimas, inclusive se ha llegado a observar a danzantes que al mirar la hermosa imagen de la Virgencita llegan a desmayarse, es algo que no se puede llegar a describir totalmente con palabras, los que hemos podido vivir esa experiencia de bailar en la entrada de peregrinación del Carnaval de Oruro y de postrarnos ante la Mamita del Socavón, damos fe de ello y por ende nos sentimos privilegiados de haber podido demostrar nuestra Fe y ofrecerla a la Virgen.

Vivir a plenitud el Carnaval de Oruro, requiere como mínimo cuatro días de estadía en esta hermosa ciudad, aparte de la entrada misma, uno no puede llegar a perderse lo que se denomina "el Alba", al amanecer del día domingo, después de concluir la entrada de peregrinación, en el atrio del Santuario del Socavón, se reúnen los famosos músicos, que tocan dianas en honor a la Virgen, entre melodías de diablada, morenada, tinkus, caporal, etc., se arma una especie de fiesta, que dura hasta que salgan los primeros rayos de sol, los cuales anuncian la segunda entrada del Carnaval, con connotación menos solemne, pero no menos alegre, el día lunes, se puede observar demostraciones coreográficas en la Avenida Cívica, que se encuentra a pocos metros del Santuario del Socavón, donde destaca el relato coreográfico de los siete pecados capitales a cargo de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada de Oruro.

Carnaval de Oruro, una verdadera "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad".

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