domingo, 22 de febrero de 2015

Azul y Amarillo

Los ritos ancestrales en espacios ceremoniales presentan diversas complejidades, proporcionalmente definen una correspondencia cultural indivisible, la música como elemento mediador de relación con las deidades andinas, la danza ritual como elemento propiciador a las peticiones de reciprocidad y bondad, y la vestimenta expresión del simbolismo con el medio geográfico en torno al sitio ceremonial; en este contexto se expresa la diversidad de las danzas, música y vestimenta, los símbolos están relacionados con los intereses colectivos que le otorgan significados en el espacio devocional ancestral del Carnaval de Oruro.

En la articulación del proceso ritual adquiere un significado, dentro de la síntesis semiológica podemos expresar: el rito como el texto, el espacio ceremonial el contexto y las ofrendas con el pre-texto, en esta relación la construcción identitaria entra en procesos que se asimilan en el tiempo y representan momentos significativos reflejados en la memoria colectiva de sus predecesores. Froilán Mamani Escóbar señala enfáticamente que la "Aromeñita" es el significado del resurgimiento de la Morenada entre tradiciones y costumbres arraigadas del grupo social cocani, y la relación de afinidad entre Manuel Soliz y Eusebio Taquichiri, interpretaron ese sentimiento, se tocó la "Aromeñita en la calle Adolfo Mier y Velasco Galvarro, en un garaje, donde los Morenos se reunieron, el resonar de esta bella melodía se produjo en el K’onchupata llamando al "convite" de 1953, con ritmos contagiantes llegando a ser la máxima representación de la Morenada Central.

Desde las interpretaciones con instrumentos nativos con aerófonos andinos llevados por los propios danzarines tal como muestra la fotografía testimonial tomada en 1908 por Hans Block hasta la utilización de instrumentos metálicos y la conformación grupos de bandines a grandes y prestigiosas bandas de música, conforman ese contexto entre la música y la danza como valor de la intangibilidad de los pueblos.

El año 1999, se preparó un sinnúmero de actividades conmemorativas a la celebración de los 75 años de fundación de la Morenada Central, nos lleva en la memoria la merecida condecoración del Cóndor de los Andes, máxima expresión de creatividad y aporte a la cultura nacional; año del sonar y cántico de Azul y Amarillo del compositor Max Choqueticlla interpretado por la Banda "Súper Central"; "mis colores de amor, si te vas mañana tú llorarás" (fragmentos). En la evidencia de que los colores guindo y blanco pertenecían al equipo de fútbol de los comerciantes oriundos de Cairiri, Yacqarirí, Paruta, de la provincia Aroma próxima a Umala, y que la participación gremial en la Sociedad de Socorros Mutuos Unión Comercial y en cuya actividad deportiva participaban los cocanis, en el acercamiento de la conmemoración del Centenario de la Fundación de la República se toma los colores "azul y amarillo" colores del uniforme deportivo del Club Unión Comercial periodo de la refundación de la Morenada, las comparsas de morenos elegían cada año algunas características propias que no precisamente referían una identidad propia, la apropiación gremial del Carnaval fue una de las características importantes en el periodo formativo, cocanis, veleros, carrilitos, abarroteros, matarifes, entre otros, lograron la pervivencia de varias comparsas como también por falta de estos vehículos otras se perdieron en la inmensidad del tiempo.

Este contexto descriptivo llega a ser el cántico simbólico de afirmación cultural enraizada en la identidad de la Fraternidad de la Morenada Central, no existe desde entonces carnaval que no se cante y baile "Azul y Amarillo", Carnaval de Oruro, Morenada para mi entierro, Cholita Morenita, Por qué lloras tanto, primando en estas y otras, la significación cultural; se aprecia en el sentimiento de pertenencia de la Morenada Central y en el arraigo citadino de la ciudad, el patrimonio es de todos y los procesos creativos son anónimos.

ENTRE LOS SABERES Y HACERES DEL PATRIMONIO INMATERIAL

La simbología de la danza contestataria y burlesca ha generado una serie de productos culturales, los saberes ancestrales se producen en la diversidad de técnicas y materiales que responden a este marco, desde los toneles de vino en la viña de María expresada por Alberto Guerra hasta los tres fuelles en el desarrollo de la vestimenta del Moreno, la calle La Paz expresa esa gama de diversidades de las artes donde se crean las más bellas vestimentas del Carnaval de Oruro.

El bordado ha representado una de las técnicas más expresivas de la interculturalidad de los pueblos, sin duda la influencia formativa de la Orden Religiosa de los Agustinos en tierras de Caquingora, Huayllchapi, Bella Vista, Sillota, cercanas a Oruro como señala Fabrizio Cazorla Murillo; la Orden caracterizada por el adoctrinamiento expansivo y la formación de la educación y beneficio, distinta a otras, realiza su labor formativa de oficios transmitiendo conocimientos de técnicas del bordado andaluz; legajos de estos bordados se muestran en casullas de los Curas en el Museo de San Miguel de la Ranchería; aún pervive en la memoria colectiva esta transmisión de destrezas, mas no de creatividades que fue el gran aporte de los pueblos al Carnaval de Oruro, y donde todavía se realizan festividades del Pisa Pisa de la Uva de los Morenos en la fiesta de San Ignacio de Huayllchapi, la mayoría de los bordadores tuvieron progenitores cuyo origen son estos y de otros territorios cercanos a la ciudad de Oruro.

DE LOS TRAJES COLOR PLATA A LOS BORDADOS EN ORO MILÁN EN MANOS DE ISIDRO LLAVE

El cultor emérito Isidro Llave fue uno de los más representativos bordadores de trajes de morenos, vistió por muchos años a la Morenada, por sus manos pasaron trajes que vistieron a Ricardo Escóbar, caporales y morenos se lucieron, la técnica empleada en base al hilo milán generó los trajes predominantemente de color plata con ribetes azules, así nos demuestran las fotografías de antaño, el costoso material importado permitía el esmero de los cultores y permitía la extensa cualidad representativa llegando a su esplendor en los años 60 y 80 con el uso del barroquismo del bordado, faldones, chalecos, charreteras bordados con profusión de formas y complementadas con finas pedrerías.

En una entrevista con Fernando Llave (hijo de Isidro), señala que a la muerte de su progenitor la familia decidió quemar camionadas de trajes, perdiendo por esta acción la inmensa creatividad dejada, "los pocos trajes que quedaron fueron para armar nuevos, más sintéticos y simples" perdiéndose inmensos testimonios del patrimonio, sin embargo, en el movimiento reivindicacionista se ha observado la recuperación de técnicas antiguas, nunca llegarán a ser las mismas, quedando en la nostalgia de algunos morenos que vestimos estas bellas obras. Cultores de bordadores trabajan en la especialidad de trajes de moreno en la calle La Paz son: Víctor Aquino, Carlos Aquino, Cleto Baltazar, Fernando Llave, entre otros, permitiendo apreciar cada año la creatividad innata que debería ser sujeto de reconocimiento universal.

EL RELACIONAMIENTO SOCIAL CONTRIBUCIÓN A LA IDENTIDAD

Los bordadores han estado relacionados con la Morenada Zona Norte, muchos bailaron, fueron pasantes y permitieron ese diálogo permanente entre el danzante y su bordador, la fluidez permitió alcanzar rápidamente los rasgos de creatividad; en el caso de la Morenada Central estos procesos fueron diferentes, el llegar a hacer amistad con el bordador no era sencillo, se los consideraba como personas sin tiempo bordando todo el año, asistiendo a cuanta festividad se les requiera, Isidro Llave, persona muy paciente, de mirada serena y de hábiles manos estaba permitiendo el acercamiento de los Morenos de la Central, Alejandro Salcedo conocido como "Chato" Salcedo, había logrado la permisividad que el cultor ofrecía con los materiales y creara un traje negro y amarillo sin el empleo del plástico protector, usando como base un fino terciopelo que contrastaba con hilo milán oro y pedrería del mismo color, el año 1986 este traje fue el único en la gama de platas y azules, grandiosa producción que luego permitió el empleo del terciopelo azul con bordados en oro milán, producto que sorprende en la gama bicolor.

Los movimientos culturales pasan a ser un producto cultural en la medida que sus identidades son influenciadas por la creatividad, sentimientos de pertenencia que a la fecha se manifiestan con la uniformidad de presentación de la Morenada Central, los trajes azul y amarillo desplazaron en los años noventa a los plata, algunas veces confundido con la significación del pez; los morenos irrumpen la tranquilidad de la ciudad sorprendiendo con su lenta danza y contagiando la participación en una propiedad de universal, el patrimonio es colectivo y sus prácticas no limitan acciones, perduran en el tiempo reafirmando el valor y el simbolismo de la danza, la música y la vestimenta.

LAS INNOVACIONES DE GRUPO, ESPACIOS CREATIVOS DE LA MORENADA

Cada grupo de la Morenada expresa su grado de pertenencia y creatividad que ha dado una fuente de permanentes acciones, a partir de los años ’80 se intensifica la formación de figuras caporales en la Morenada Central, una de las más tradicionales la forman el grupo conocido como lo "pokemones": Iván Chávez, Tito Vásquez, José Pérez, Walter Alarcón, John Sánchez, Igor Chávez, Walter Gómez, entre otros; Iván Chávez recuerda la relación y la creatividad con el bordador Pedro Quispe, bajo el deseo de tener un traje en propiedad se diseñaron nuevos modelos usando las técnicas antiguas, el traje negro producto de esta iniciativa con finos bordados y elegante presentación lograron el impacto del carnaval de 1992; se innovaron máscaras, se recuerda el diseño encargado a un familiar cercano a Vásquez, donde se confeccionó una máscara parecida a la faz de Michel Jackson muy de moda esos años, el impacto no fue de los más esperados fue cambiado porque en conjunto parecía una representación próxima a la de una mujer; creadores no arraigados en la calle La Paz también fueron parte de la elaboración de trajes, Omar Navía, artista orureño de mucha creatividad innovó formas más expresivas y aerodinámicas, ágiles, libres y menos condicionadas, "se buscaron modelos antiguos como pecheras y rodilleras usadas por Ricardo Escóbar, pasaron anécdotas muy significantes como el incumplimiento en la entrega de 11 trajes solucionando con la combinación entre antiguos y nuevos en ese carnaval, la propiedad de estos trajes permitió solucionar el conflicto; Tito Vásquez señala: "Nuestro afán fue aportar a la Morenada, nuestro granito de arena permitió que otros grupos de caporales sigan nuestro camino", es la diversidad del patrimonio.

La creación y prácticas de pasos propios no descontextualizan el hecho folklórico permiten la recuperación y la adopción de nuevos, para este cometido se valoró el aporte de Ezequiel Flores, Caporal Mayor de la Morenada y de Fernando Gómez como coreógrafo que contribuyó con su experiencia al fortalecimiento de este grupo cuyos pasos son representativos llegando a contar con más de diez que se los emplea en momentos elegidos por el guía, es la respuesta contextual entre danza y música, prácticas culturales que generan el contenido semántico de las formas expresivas.

EXPRESIONES Y ESTRIBILLOS EN LA PROPIA IDENTIDAD, HEY HEY

La generación de los ochenta ha estado marcada por la masificación de cholitas y morenos, las cholitas juveniles crearon una expectativa en el Carnaval, Carlos Espinoza, se había hecho cargo de la preparación de los pasos, la coreografía y hasta el bordado de mantas con fina lentejuela; sucedió el 10 de febrero de 1981, "nos habíamos reunido en la casa de Dña. Casilda para el ingreso del Último Convite, ella nos ofreció una ‘ñufla’ (un singani con jugo), iniciamos el recorrido por la calle Pagador, llegamos al Cine Elisa, estaban en ese sitio los de la Morenada Ferrari, nos dieron unos macerados, nos dimos cuenta que las chicas estaban mal al pasar la siguiente cuadra, los caporales empezaron a bailar con látigos, de pronto el recorrido se tornó gris, el cielo se cayó, llovía a cántaros, todos los conjuntos habían parado, menos la Morenada Central, en el entusiasmo expresamos ‘Hey Hey’, no sé cómo fue pero pegó rápido, nuestros sombreros estaban muy mojados, la Asociación castigó al Conjunto", recuerda emotivamente Antonella Sabioncello; su paso por la Morenada aun lo tiene presente y participa en cada actividad, fueron parte junto a ella: Patty Marco, Jenny Cahill, Carol Encinas, Ilsen Arce, Mirtha Zambrana, Patty Ayala, Roxana Espinoza, Susy Encinas, Patricia Mendizábal, entre otras. Las expresiones colectivas marcan hitos representativos, emociones y encuentros, generan actitudes en estribillos de identidad, complementando una gama de productos culturales que se producen en la Morenada Central, hey hey!

El año 1985 se canta "Carnaval de Oruro", creación de Sinforiano Gonzales, es uno de los primeros temas que se entona en el Carnaval junto a la Banda Intercontinental Poopó, fruto de este producto se tiene "Carnaval de Oruro lo mejor del Mundo", cántico que cautivó desde entonces a propios y extraños, reflejado en cada convite con el sentimiento de cada Moreno de la Central.

CONSERVACIÓN DE LAS TÉCNICAS TRADICIONALES

La salvaguarda de la cultura tradicional y popular debe permanentemente valorar las iniciativas creativas de sus cultores, la dinamicidad del empleo de nuevas tecnologías, la labor acertada de difusión valorativa y comunicación, no deben ni pueden permitir la apropiación foránea de nuestras expresiones vernaculares del Carnaval Patrimonio de la humanidad.

Julia Elena Fortún expresaba: "Avivemos en nuestros corazones la llama de la fe en nuestros propios valores; y nuestros valores están contenidos en la tradición que no se apaga nunca por estar alimentada por el fuego del pensamiento y el sentir de los hombres" (1957).

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