domingo, 10 de enero de 2016

El Calvario de Oruro • Allí se congregan decenas de artesanos para mostrar su arte

Es sólo temporal, su tiempo de vida va desde noviembre hasta febrero o marzo según marque el calendario la época del Carnaval. Allí se comercializan miniaturas, gastronomía, esculturas, tortas, además hay juegos y mucha diversión.

Aquel lugar en la ciudad de Oruro, es conocido como el Calvario y su tradición está muy arraigada al Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, y la ritualidad vinculada a la Virgen del Socavón.

El Calvario es un fenómeno folklórico. Su concepción es muy diferente a las "Alasitas" de La Paz, este término viene del aymara que significa "comprame".

En cambio, el Calvario de Oruro, es un acto simbólico traído por los españoles y que se establecía por lo general, cerca de un templo o una iglesia. En el caso de la Virgen del Socavón coincide con las actividades del Carnaval y se realiza durante todos los domingos, desde el Primer Convite, como es el primer domingo después de la fiesta de Todos Santos, hasta el Lunes de Carnaval, que es cuando se realiza la despedida, por lo general entre febrero y marzo.



ANTIGÜEDAD

Antiguamente, el Calvario de la Virgen del Socavón se establecía en el cerro Pie de Gallo, de acuerdo a algunos vestigios encontrados en el lugar. Hace más de un siglo, se lo realiza en la plaza Argentina, donde actualmente se establecen los artesanos para el sorteo o cambio de objetos en miniatura.

En la creencia popular, al adquirir esos objetos son bendecidos ante la Virgen del Socavón que si se lo hace con mucha fe, en un tiempo no muy lejano, se vuelve realidad en autos, casas, dinero y otros.

Como recompensa a ese milagro, el devoto solicitante ante la Virgen se somete al sacrificio del Calvario, que significa sufragar gastos y sobreponerse a sus propias flaquezas para bailar en su honor durante tres años consecutivos. Este hecho es ceremonial en honor a la Virgen del Socavón.

MIRADA

El Calvario en Oruro ha tenido su evolución y fue creciendo para constituirse en una de las actividades más importantes del Carnaval de Oruro. Allí se reúnen personas de todas las edades, sin importar el vínculo social. Lo importante es pasear con la familia y participar de la mayor cantidad de actividades posibles.

No sólo se adquieren miniaturas para su bendición, también dulces, tortas, juguetes, esculturas artesanales y muchas otras.

Sin dejar de lado, los juegos y la variada gastronomía local que sólo se encuentra en la Alta Tierra de los Urus.

Pasear por allí puede llevar horas, no porque sea extensa, sino por la multitud de personas que asisten a disfrutar de un domingo de suerte y fe.

El Calvario está situado en el atrio del Santuario de la Virgen del Socavón, en la plaza Argentina y adyacentes como la calle Adolfo Mier, la Avenida Cívica, la calle Junín, la calle Baptista y la calle Linares.



DESDE EL CORAZÓN

Hacer un recorrido por allí de vez en cuando permite distraer la mente y pasar momentos de esparcimiento en el seno mismo de la urbe orureña. Hablar con los artesanos para conocer desde el corazón del Calvario, hace que la travesía no sólo sea divertida, sino también histórica y hasta costumbrista. Aprender para valorar lo que tenemos los orureños.

Al medio de la plaza Argentina está el puesto de miniaturas de doña Sonia Tórrez Lazarte, quien es dirigente de los ocho rubros de la Asociación de Artesanos del Calvario.

Ella explicó que el Calvario es un intercambio de objetos mezclados con la fe, es decir, se adquiere un producto en miniatura y con la fe que se tenga hacia la Virgen del Socavón, ella devolverá dicho objeto pero hecho realidad.

Afirmó que en la antigüedad el cambio (compra) de los objetos en miniatura era con botones, pero con el tiempo aquella tradición tuvo su variación por el valor del dinero. Antes el Calvario era un juego.

"La misma esencia del Calvario está cambiando hoy en día, nosotros pedimos a las autoridades que se vuelva a la esencia de antes. Ahora sólo se lucra, nadie hace el cambio, el truque, el juego", afirmó.

El Calvario tiene la relación de agradecimiento a la Virgen del Socavón por los favores realizados y el compromiso de los devotos para bailar en su honor durante el Carnaval de Oruro.



ALCANCÍAS

Como lo mencionamos líneas arriba, el Calvario es un espacio de esparcimiento, pero también un lugar para apreciar el talento de los artesanos orureños. Uno de esos exponentes es Miguel Eugenio.

También ubicado en la plaza Argentina tiene una variedad de alcancías artesanales con pintorescos personajes de superhéroes del cine y la televisión. Una de las novedades de este año es sin duda alguna la imagen de Lord Vader y el soldado imperial de la saga de la Guerra de las Galaxias (Star Wars).

Para adquirir uno de los premios se debe sacar una "suerte sin blanca", que no es más que un pequeño papel con la inscripción del personaje o un número asignado.

"Estas alcancías las hacemos en Oruro. Tallamos, innovamos algunas cosas y las convertimos en alcancía. Trabajamos cinco personas en casa, tres que hacen los productos y entre ellos, cuatro nos encargamos de pintarlos. Una sola figura nos lleva entre 15 a 20 minutos, luego tiene que pasar un tiempo para que seque, luego pintarla, la hacemos en yeso fino y la pintamos con pinturas al brillo y mate", señaló. Las figuras secan con los rayos solares luego de ser sacadas de un molde, todo el trabajo es manual.

TORTAS

Las tortas artesanales son una de las principales atracciones del Calvario. Para adquirir una de ellas se debe pasar por un proceso de sorteo. Los encargados de este área que suman en total 24, obsequian unos números para atraer a la clientela. Prima el grito: "¡Regalado!, ¡regalado!, ¡regalado!".

Los participantes alzan sus manos, entre algunos empujones y con mucha suerte logran un número, cuyo premio es una torta, previo sorteo. Posteriormente, están obligados a comprar una tira de números que será sometida al sorteo de entre cinco a diez tortas. Y así sucesivamente irán repitiendo esta labor hasta que las sombras de la noche se apoderen del Calvario. Este año los artesanos de las tortas fueron trasladados hasta el atrio del Santuario de Nuestra Señora del Socavón, debido a la obra del teleférico que se realiza en la parte Noreste de la plaza Argentina.

Ellos, mediante su presidente, Esteban Roque se quejaron por el espacio que les tocó, por volverse más angosto, además de perder clientela, ya que fue complicado encontrar aquel lugar muy requerido por la población. Antes tenían un espacio en forma de "L" y eran cotizados por su clientela.

La preparación de la torta está en base a harina y según el artesano, colocan diferentes ingredientes con sus propios secretos culinarios. Esta labor se realiza entre 48 a 24 horas antes de una edición del Calvario.



DULCES

Los 43 productores de dulces situados antes en el sector Este de la plaza Argentina, ahora fueron reubicados, unos sobre la calle Adolfo Mier y otros en la misma plaza. La tradición de este producto data de hace más de un siglo como una parte del Calvario.

"Esto surgió como parte de las sobras de dulces de Todos Santos denominado como los misky (dulce) boleros que eran pastillas. Había sobras y subían al Calvario a vender y ahí empezó a proliferar el expendio de dulces. Se tiene distinto tipo de mano, de fábrica. Otros tienen tecnología española, mientras que nosotros tenemos tecnología alemana, porque mi padre aprendió esto en la Guerra del Chaco (1932-1935)", afirmó el representante

del sector, Leandro Colque García.

Añadió que fueron los extranjeros que enseñaron a los orureños a hacer este tipo de productos que están en base a la caña de azúcar y sustancias autorizadas.

La preparación es semanal y la duración de los dulces puede llegar a mantenerse hasta cuatro meses. Pasado ese tiempo vuelve a su estado de azúcar y algunas personas aprovechan para llevar y combatir la hepatitis. Hay una variedad de caramelos artesanales, frutilla, maní, naranja, paletas con colores, ratoncitos entre otros.



API

La diversión no estaría completa sin llenar el "buche". Para ello, hay un sector muy requerido de la gastronomía orureña, situada en el sector Sur de la plaza Argentina y en la parte Oeste de la calle Adolfo Mier. Allí están las vendedoras de api.

Doña Julia Choque es una de las más antiguas del sector con 60 años en esa actividad. Sus cabellos blancos en la cabeza delatan esa situación. La venta del api se inicia a las seis de la mañana y culmina hasta terminar, muchas veces a las diez de la noche.

"El api es lo más tradicional que tenemos en Oruro, yo soy apera y esto es desde mis abuelos. Ahora mis hijos también preparan el api. No tenemos secretos para prepararlo, solo es cuestión de voluntad y el que quiere lo hace. Hay muchas personas que lo hacen de las bolsitas, mientras que nosotras preparamos desde la maceración del maíz, también incluimos canela, clavo de olor, naranja, tojorí", aseguró.

Para probar ese manjar, muchas veces se debe esperar varios minutos para ocupar un lugar en su puesto de venta y en realidad de todas las señoras situadas en ese sector.



ANTICUCHOS

No puede pasar desapercibido un aroma por el olfato visitante que se entremezcla visualmente con el humo que predomina en la calle Adolfo Mier entre Baptista y Linares.

Allí se escucha como si fuese música de un solo repertorio el "chis, chis" de la actividad de las señoras que se dedican a la venta del anticucho. Un rico platillo hecho en base a carne o corazón de vaca que se cocina sobre una parrilla, cuyo combustible principal es el carbón. La carne se entrelaza a un alambre y en la punta se coloca una papa, acompañada con ají de maní o solo ají amarillo.

Doña Mery Angélica Colque Camacho vende ese producto 48 años en el Calvario y considera que el anticucho es una tradición de Oruro. Es una de las 14 personas instaladas en el lugar.

Explicó que el anticucho tiene como base la carne de llama, corazón de vaca, condimentos como el ají amarillo y maní. Para condimentar la carne se utiliza comino, ajo, pimienta y un poco de achuete para darle color. Un sábado previo al domingo de Calvario se hace la preparación del producto.

Su alegría va más allá de lo evidente, porque esa labor la realiza junto a toda su familia.

Mientras se efectuaba el paseo por el Calvario, una inoportuna lluvia ahuyentó a los asistentes, provocando un caos en todos los sectores de uno de los sitios más concurrido de la ciudad, principalmente en esta época del año, muy próximo al Carnaval de Oruro.

Adicionalmente a los lugares mencionados, hay un sector exclusivo de juegos, como futbolines, tiro al blanco, apuestas de dinero, pequeños carruseles situados en la calle Baptista. Otra atracción del Calvario es la lota y los sorteos de dulces industriales como de utensilios de plástico, ubicados en la calle Linares y al final de la calle Adolfo Mier, respectivamente.

Para despedirse de aquel lugar están las vendedoras de pasankallas, tostados de fideo y arroz, los ricos churros y la diversión final de subirse a los cochecitos sin motor o pequeñas motocicletas que son muy requeridos principalmente por los infantes.

Del Calvario antiguo situado en la cima del cerro Pie de Gallo al Calvario de la plaza Argentina, continúa como tradición sin igual en el majestuoso Carnaval de Oruro.

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