martes, 7 de noviembre de 2017

El Convite

Esta es la época más esperada, principalmente por los orureños, porque a partir de noviembre comienza la preparación del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, que no solo consiste en los ensayos.

Según investigadores del hecho cultural, como don Alberto Guerra Gutiérrez (+), establece que la actividad folklórica del Carnaval de Oruro se inicia con la fiesta de Todos Santos.

Antiguamente se permitía a quienes participaban en los conjuntos folklóricos, de practicar el rodeo, que no era más que invitar al amigo, al compadre, al allegado para integrar su danza. Se lo hacía presentando una ofrenda, en este caso, masitas.

Una vez comprometido, el invitado se integraba al conjunto folklórico para ser parte de la institución folklórica, ya sea esta diablada o morenada, principalmente.

El Convite es un ritual, viene del verbo convidar y significa también invitación. En lo ritual, el nuevo danzarín luego de hacer un recorrido bailando por varios kilómetros, llega hasta los pies de la Virgen del Socavón, para hacer la promesa de bailar por tres carnavales consecutivos, a cambio le pide un favor o hace una petición especial, ya sea de salud, trabajo o ayuda a salvar sus problemas económicos.

Una vez reafirmado aquel acto de fe que se sella al pasar de rodillas por el altar de la Patrona de los orureños, viene la parte de la convivencia. El convidar que nace de las instituciones más antiguas que participan en el Carnaval de Oruro, a la fecha ya tienen más de 100 años, como la Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro, la Fraternidad Hijos del Sol, "Los Incas", y la Morenada Zona Norte.

En el caso de la diablada, los integrantes del conjunto salen del Santuario del Socavón y se dirigen hacia el Norte, hasta la calle Cochabamba por la Linares. Allí los pasantes se encargan de brindarles la atención con bebidas alcohólicas, principalmente chicha y cerveza, platillos como pollo en escabeche, enrollado, o rostro asado de ternera.

Tras unos minutos, esperan el paso de los danzarines de la Morenada Zona Norte. Cuando llegan al lugar se les invita chicha o cerveza, es ahí donde se vive la verdadera esencia del Convite, que es el compartir.

Los morenos se establecen una cuadra más hacia en el Este, Cochabamba y Petot. Cuando la diablada se retira de su lugar de descanso bailando, los morenos de la misma forma, les esperan con esa misma muestra de afecto y retribuyen el gesto, invitando chicha o cerveza.

Es el inicio de las actividades en la Capital del Folklore de Bolivia, cuya preparación en la fe y danza se extenderá hasta febrero, cuando el mundo viva la magnificencia de la cultura hecha una simbiosis entre lo religioso y pagano del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

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