Para hablar de la grandiosidad que tiene la Virgen del Socavón, se debe tomar en cuenta el proceso histórico desde su consolidación como patrona de los orureños, pero también se debe relacionar estos hechos con las memorias orales del pueblo de los Urus que relataron sobre su poder, leyendas que fueron recolectadas por algunos autores.
Según los documentos históricos, a partir de la leyenda del Nina Nina del año 1789, comienza la devoción frenética hacia la Virgen del Socavón, respecto el padre Emeterio Villarroel en el año 1908 muestra la novena (documento) de nuestra señora del Socavón o de las Candelizas, donde se habla del punto álgido devocional hacia la Virgen de la Candelaria entorno al Nina Nina.
Según este documento, para aquel entonces el Nina Nina fue encontrado en el sector del Pie de Gallo que había sido convertido en un basurero, esto por el no laboreo de minas y falta de azoque en la Villa de Oruro tras una crisis económica que se atravesó en aquel entonces, según los documentos en este sector habitaban personas de mal vivir, por lo que se puede otorgar algo de credibilidad a esta leyenda , que habla sobre la aparición de la Virgen del Socavón a un temido ladrón que se enamoró de la hija de un acaudalado comerciante, quien al descubrir la relación, se opone y clava una daga al joven.
Para 1925, surge la leyenda del Chiru Chiru que estaba basada en la historia del Nina Nina, escrita en versión literaria por José Víctor Zaconeta, en el festejo del primer centenario de la República.
El presidente de la sociedad de Historia y Geografía de Oruro, Javier Cárdenas, respecto a esta leyenda menciona: "La misma versión de la novena es cambiada con el nombre de Chiru Chiru, pero no pone todos los datos de Villarroel y le adiciona el Carnaval porque en ese tiempo de 1925, el Carnaval ya estaba en las calles, ya había agarrado fuerza con grupos y conjuntos".
Asimismo, Cárdenas indica que Zaconeta presume que desde casi 300 años antes los mineros decidieron bailar para la virgen disfrazándose de diablos, pero no se documenta esta aseveración.
La historia de Huari y los Urus data de 1941, presentada por Vicente Terán Aquize, escritor potosino que rescata el relato oral sobre una leyenda de las hormigas, el sapo, el lagarto y la víbora; plagas mandadas por Huari para asechar a los Urus, donde los pobladores fueron protegidos por la �?usta o la Virgen del Socavón.
"�?l menciona que en la memoria oral que había podido recoger y rescatar, se habla de un castigo y de una virgen, entonces para 1941 ya teníamos la leyenda del Nina Nina, el Chiru Chiru, el Carnaval, ya teníamos los diablos y ahora fortalece todo eso Huari y los Urus", añade.
Nuevamente queda demostrada la devoción y la manifestación de distintos actos religiosos y paganos de los pobladores entorno a la Virgen del Socavón.