miércoles, 2 de abril de 2014

Construcción del Santuario del Socavón no fue casual

La construcción del Santuario de la Virgen del Socavón no fue casual en el lugar que se encuentra, sino que tiene una serie de antecedentes que permitieron su edificación y que con el paso del tiempo, sirvió también para que los lugares circundantes a este espacio sean un aporte para que el Carnaval de Oruro, sea nombrado con el título de "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad" el 18 de mayo de 2001, por la Organización de las Naciones Unidades para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Con solo una observación se puede llegar a muchas interrogantes, por ejemplo: ¿Por qué al frente del Santuario no existen casas? ¿Por qué se dejaron espacios tan amplios en el atrio del Socavón y estos pervivieron por siglos? ¿Por qué las cuadrículas de la ciudad no se establecieron hasta el Santuario?



ICOMS

Para resolver esos misterios recurrimos a uno de los miembros del Instituto de Conservación de Monumentos y Sitios (Icoms), Carlos Delgado, quien ayer explicó que la construcción del Santuario del Socavón, en el lugar que se encuentra, no fue casual.

"La construcción del Santuario del Socavón obedece a varios hitos históricos. Primero que ese espacio siempre fue ritual, lo establecen los estudios realizados por Carlos Condarco Santillán cuando habla sobre la utilización de los "mounds" (montículos de piedra) que identifican el gran anfiteatro ubicado en las faldas de las serranías sagradas de los Urus, que es este espacio ritual", dijo.

Por otro lado, explicó que en el periodo fundacional el historiador Zenobio Calizaya observó un testimonio manuscrito, que identifica este espacio como "juegos del ayllu", que tiene establecido cuando se trabajaba en el establecimiento de la cuadrícula de la Villa de San Felipe de Austria.

Indicó que el "juego del ayllu" fue un espectáculo ritual de los indígenas, que practicaban sus tradiciones y que fueron observados por los españoles de una manera muy simple, como un juego.

Indicó que el espacio de las "wacas" y de la Plaza del Folklore, siempre fue ritual y la ubicación de la capilla tiene una relación "muy fuerte" con la orden de los "agustinos", quienes se establecieron en la calle Washington entre Sucre y Bolívar, donde se encontraba la Iglesia de San Agustín, cuya imagen venerada era la imagen de la Candelaria.

"No era casual que muy cerca, entre la Iglesia de San Agustín con las actividades productivas y mineras que se realizaban a los pies del cerro San Miguel y aledaños a este, en el periodo fundacional se vaya a crear un centro de actividad ritual en un espacio ritual, quiero decir, una capilla dedicada a la Virgen de la Candelaria en un sitio ritual, correspondiendo al segundo concilio limense, que se llama como -la extirpación de las idolatrías-, que establece la construcción de iglesias y capillas en sitios rituales", aseguró.

Argumentó que el Santuario del Socavón no está por pura casualidad en el lugar que se encuentra, sino que es parte de ese proceso histórico, donde el imaginario y los ritos permanentemente se van recreando, y uno de ellos, y como testimonio vivo, es la "waca" que se encuentra detrás del monumento del minero. Es un sitio venerado andino que en la actualidad debe ser rescatado.

Delgado dijo que existe un conjunto monumental, cuyo centro es la imagen del Virgen del Socavón con el Santuario, recientemente ampliado, corresponde a una dialéctica con la historia y todos esos procesos históricos que son la base del Carnaval de Oruro.



ALDANA

Otro hecho que destaca Delgado, es que si en su momento no hubiese existido un respeto a los centros rituales, en el periodo fundacional de la villa, ese espacio hubiera sido invadido por las calles y el comercio.

"No nos olvidemos que la intensa actividad productiva, minera alojada en este sitio de San Miguel, tenía una relación con los asentamientos españoles en el centro de la ciudad, como las villas mineras que se encontraban alrededor de la misma. Entonces, hubiésemos encontrando una serie de construcciones que hubiesen invadido este espacio y tendríamos una calle donde esté el Santuario del Socavón", señaló.

Lorenzo de Aldana en 1595 identificó una serie de actividades mineras que estaban trabajando a cielo abierto. Los rajos que se divisan a simple vista en el cerro Pie de Gallo, antes San Miguel, corresponden al periodo productivo de los indígenas que a orden de los incas, explotaban la plata a cielo abierto.

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