Bordadores “a media máquina” con pocos pedidos de trajes

 A días contados de la Entrada del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad 2022, los bordadores de la tradicional calle La Paz trabajan “a media máquina”, ante la baja afluencia de pedidos para la confección de trajes.

Pese a la oficialización del Carnaval de Oruro 2022 a inicios de febrero, miembros de la Asociación de Bordadores en Arte Nativo (ABAN) de Oruro, tienen pedidos esporádicos para la confección de trajes de las diferentes especialidades de danza.

A comparación de otros años y en el contexto de la pandemia del Covid-19, la tradicional Calle La Paz, también conocida como “la calle de los bordadores”, tiene un panorama desolador, ya que varios talleres se encuentran cerrados y no se aprecia ese mismo “movimiento” de danzarines afanados con los preparativos para la Entrada del Carnaval de Oruro.

BORDADORES

El propietario del Taller de Bordados “El Folklore”, Mario Yave, sostuvo que el pedido de trajes para el Carnaval de Oruro 2022 se encuentra a “media máquina” con un bajo número de contratos, sin embargo, continúan trabajando para de alguna manera fortalecer su economía seriamente afectada por la suspensión de actividades culturales.

“Varios colegas cerraron sus talleres en vista de que también los alquileres son sumamente altos y tuvieron que cerrar y obviamente como el tiempo es corto para Carnaval no les ha dado tiempo para reabrir”, dijo Yave.

Asimismo, dado el minucioso trabajo que implica la confección de trajes para los danzarines, los bordadores consideraron tardía la oficialización del Carnaval de Oruro 2022, motivo por el cual los diferentes talleres no están confeccionado las vestimentas al 100%.

“A mi sector nos afectó casi al 100% la pandemia, es el sector más castigado porque nosotros vivimos de este rubro, de este arte y como no hay festividades no ha habido ningún ingreso, de tal modo que algunos hemos tratado de buscar otros medios para poder subsistir”, sostuvo.

Según el bordador, viendo que la economía aún no se recupera en su totalidad, los costos de alquiler de trajes bajaron, pero reiteraron que el pedido y la afluencia de clientes es sumamente bajo.