viernes, 22 de febrero de 2013

El Alba es el saludo a la Virgen del Socavón

El Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad tiene diferentes facetas, muchas de ellas muy conocidas y se las vive con intensidad. Una de esas actividades es el Alba, el saludo a la Virgen del Socavón recibiendo los primeros rayos del sol del Domingo de Carnaval, en la Plaza del Folklore, donde se reúnen no sólo danzarines, sino también propios y extraños que visitan Oruro.

Si bien no existe un año preciso acerca de su inicio, esta costumbre data de hace más de un siglo, aunque con el paso de los años, la esencia verdadera de dicho acontecimiento se va perdiendo.



EL ALBA

Desde sus orígenes y luego por muchos años, los conjuntos folklóricos que participan en el Carnaval al mando de sus cofradías o pasantes, convocaban a los danzarines y bandas de música a las 04:00 horas del Domingo de Carnaval.

Una vez reunidos en el atrio del Santuario de la Virgen del Socavón, los músicos se acomodaban en las graderías. Las bandas que madrugaban tenían los mejores lugares y antes se podía observar a más de una decena de bandas de música que tocaban al "contrapunteo".

Mientras tanto, los danzarines mezclados con los visitantes, compartían y aún lo hacen, ahora menos que antes, inolvidables momentos a través de los melódicos sones de la morenada.

Las personas que visitan el Alba, suelen cantar al unísono las mejores canciones del Carnaval de Oruro y que identifican a las instituciones folklóricas, no faltan las bebidas espirituosas, que elevan aún más el alma festiva.

Mientras que las señoras de las cofradías o pasantes de los conjuntos folklóricos, principalmente morenadas, se encargaban de invitar a los asistentes el tradicional K’alaphari, que consiste en una lagua, servida en platos de loza o barro con una piedra muy caliente en el centro.

El momento principal del Alba es cuando los primeros rayos del astro rey salen desde el Este con dirección al Santuario de la Virgen del Socavón. Allí los fieles elevan sus manos al cielo y las palmas con dirección al sol, para llenarse de su energía. Ese instante es mágico, porque no solo uno se envuelve con esa energía, sino que también se hace una serie de intenciones que son bendecidas por la Patrona de los mineros.

Las bandas de música continúan interpretando las melodías contagiosas de la "Obra Maestra", hasta casi las 08:00 horas. Antes se tenía la costumbre de que las bandas de música salgan del atrio del Santuario de la Virgen del Socavón, abriéndose paso entre la muchedumbre, para dirigirse a la calle Junín e ir bailando con los danzarines hasta su sede social, donde los pasantes ofrecían un ágape.

Pero, esa tradición se perdió y hoy son pocas las bandas de música, ya no hay el K’alaphari de los pasantes y menos el ágape en las sedes sociales.

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