sábado, 16 de febrero de 2013

Waca Tokoris: El baile de los lecheros

• NOMBRE: Waca Tokoris "Urus"

• FUNDACIÓN: 20 de enero de 1968


El Waca Tokori o danza de las vacas en nuestro idioma, es una de las especialidades de danza que es parte del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Se cree que este baile tiene que ver con la sátira que los nativos hicieron a las costumbres de los españoles, principalmente a la corrida de toros.

Si bien esta práctica de ejercer la fuerza del hombre contra el toro hasta matarlo, era evidente en el pueblo conquistado, durante la Colonia se prohibió este crimen, es así que los productores lecheros y de ganado vacuno deciden hacer mofa de los españoles y satirizan con la danza del Waca Tokori esta costumbre.

En los Waca Wacas o vaquería, participan varios personajes y como no podía ser de otra manera, el toro, que es representado por un danzante que lleva en la cintura el lomo y la cabeza del animal, quien con movimientos ondulantes y ágiles participa del baile, burlándose del matador o torero.

Uno de los personajes pintorescos de esta danza es el k’usillo, cuya labor se asemeja a la de los bufones, quien realiza una serie de piruetas en medio de saltos, su desplazamiento es más veloz que el de los otros personajes de los Wacas.

Investigadores atribuyen su contexto a la cultura aymara, porque el k’usillo lleva una máscara con alargadas orejas de colores. La mujer también es importante en este baile, representa a las lecheras, su vestimenta se caracteriza por el uso de un sinfín de polleras con las que realizan movimientos impresionantes con el contoneo de las caderas. En la mano lleva una jarra o jarrón de leche, principalmente de plata, que sirve como un elemento decorativo.



WACAS

En el Carnaval de Oruro, existe un solo conjunto de ésta especialidad afiliado a la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO), como son las Wacas Urus, cuya fundación surgió en torno a la Diablada Artística Urus, es por ello que siempre ingresan detrás de este conjunto.

En sus inicios el conjunto estaba integrado específicamente por niñas y jovencitas que acostumbraban lucir entre 30 a 40 polleras, lo que al día siguiente les provocaba un dolor de espalda insoportable, aunque el esfuerzo que hacían siempre ha sido dedicado a la Virgen del Socavón.

Si bien en la actualidad la devoción se mantiene, pero no así el número de las polleras que en muchos de los casos llega como máximo a 20. El baile es lento y cadencioso, pero con simpatía cautivante.


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