"La Urus" cautiva con Sus "lanza fuegos"

• NOMBRE: Diablada Artística "Urus"

• FUNDACIÓN: 30 de marzo de 1960


En los recientes años las innovaciones de ésta diablada en cuanto al colorido que utiliza en sus trajes y las caretas con artefactos curiosos y pirotécnicos que botan fuego, lograron cautivar la atención del público.

Uno de los danzarines antiguos de este conjunto, Casto Navía Morales indicó que las principales modificaciones radican en el colorido que se quiso dar al conjunto, representando de esta forma la euforia de la danza de la diablada.

Contó que cuando se fundó la Diablada Artística "Urus" los colores establecidos fueron el celeste y blanco, estos colores se utilizaban en los buzos de los diablos que eran celestes con cintas blancas, señaló que este diseño parecía muy apagado por ello se quiso modificar los colores, es así que se cambió de tiras blancas a cintas rojas en los buzos.

Esta modificación también se hizo en las pañoletas del cuello que eran blancas y celestes, de igual manera se cambió una fila roja y otra blanca, para darle euforia a la figura del diablo, asimismo las pañoletas centrales y laterales que hasta el año 2.000 los colores se cambiaban de forma constante, ahora se uniformó a rojo y negro.

Por otra parte, Navía manifestó que las caretas igualmente tenían un color apagado eran negras a naranjadas, entonces se cambió a dorado y rojo chino, además se modificó la forma recta de los cuernos a retorcidas, las caretas llevan las cuatro plagas en su gran mayoría. El bloque de las diablesas utiliza medias mascarillas.

En cuanto al bloque de luciferes y satanaces se cambió el celeste y blanco de las capas por rojo y azul pastel, sin embargo este grupo cada año renueva su vestimenta.

Además del colorido de los trajes, la Diablada Urus instituyó nuevas figuras en la danza, como las chinas doble caras que utilizan dos imágenes en sus caretas una que significa juventud y la otra madurez, también incorporaron a los Ángeles que en un principio se identificaron como virtudes, personajes femeninos, que representan al bien en la disputa contra el mal.