sábado, 1 de marzo de 2014

La única reina del Carnaval de Oruro

La noche del último convite del Carnaval de Oruro, un hombre cayó varios metros desde el cerro Pata de Gallo. Al día siguiente -lunes 24 de febrero-, su cuerpo apareció en un rincón inaccesible del patio trasero del Santuario del Socavón. A las 11:00 llegaron los bomberos y una ambulancia.
Tras el rescate, quedó claro que el joven tenía sólo contusiones, aunque, eso sí, una tremenda resaca. "Está con vida gracias a la Virgen de la Candelaria. Ella es la protectora de los orureños y siempre cuida a sus hijos: lo acabamos de ver”, calmó a los curiosos -turistas y señoras que venden velas- el padre Juan Chávez.
Limeño de nacimiento, el padre Juanito, fraile de la congregación Siervos de María, es, desde hace cinco años, uno de los cinco custodios del Santuario de la Virgen del Socavón. "Cuando llegué me puse a ver cuánta gente llega cada día y se postra a los pies de la Virgen. Lloran, le hablan en aymara o en quechua. Mamitay, le dicen, y le entregan sus penas a esta dama de rostro dulce, que cautiva. Los fieles te llevan a la Madre”.
La milagrosa
Rocío Rojas baila en los incas Hijos del Sol desde que tenía 15 años. Este año cumplirá 50 y, más que nunca, quiere cumplir una nueva promesa con la Virgen.
"Mi nietito tiene seis meses y nació con un problema congénito, ya lo han operado tan chiquito y yo sé que sólo la Mamita del Socavón le puede sanar, como a mí me ha sanado cuando, de joven, casi me muero en un accidente”. En el templo casi vacío, la voz de la secretaria orureña suena esperanzada: "Ella es la milagrosa. Si no... ¿quién?”.

La mítica ñusta
La Virgen del Socavón es parte de la historia, de los ritos y de los mitos orureños, sentencia el padre Chávez. Y Oruro es un pueblo inminentemente minero.
El origen del mito se remonta a tiempos precolombinos. Cuenta la leyenda que el maligno Huari en su intento por someter a los urus, antepasados de los orureños, les envió cuatro plagas: una gigantesca serpiente desde el sur; un sapo enorme desde el norte; hormigas hambrientas desde el este y un monstruoso lagarto desde el oeste.


Una ñusta, bella como todas las ñustas son, apareció entonces en ayuda de los urus y derrotó con su espada: "Cortó a la víbora en tres y la petrificó como al sapo y al lagarto... ahora son cerros en Cala Cala. Las hormigas se han vuelto arena”, cuenta la historia que escuchó desde niño don Herminio Díaz, taxista de 72 años, "bien orureño y devoto de la Virgen del Socavón”.
La imagen de la ñusta se fusionó pronto con la Candelaria.

La cumplidora
José Rosales baila en los caporales San Simón. Este año cumplirá su promesa de danzar tres años. "Llegar y encontrarse con la Virgen a uno lo conmueve hasta las lágrimas. Es como si a ella le entregaras tus problemas y sales liberado y feliz”, cuenta este ingeniero de 31 años.
"Ahora voy a cumplir mi promesa y ella me va a premiar y ojalá este año podamos casarnos con mi novia”, cuenta.
La patrona de los mineros

En el siglo XVI, con la Colonia llegó a la Villa de San Felipe de Austria el culto a la Virgen de la Candelaria, "la que ilumina con la luz de su candela, que es Jesús”, explica el padre Juanito.
A los pies del cerro Pata de Gallo había una ermita, que se dedicó a la Virgen. "Los mineros tenían a la Candelaria como su patrona. Ellos fueron los primeros en rendirle homenaje porque ella era la primera que los sostenía, los acompañaba en los socavones, de donde no sabes si sales con vida”, dice el fraile.

La fusión entre la imagen de Huari, del Tío de las entrañas de la tierra y del diablo occidental se fusionó pronto en alegoría coreográfica de la diablada, lucha del bien contra el mal, con la que los mineros rendían pleitesía a su patrona. A los pies del cerro Pata de Gallo, la ermita se convirtió en una capilla y se dedicó a la Virgen del Socavón.

La k’achamoza
El Santuario Ubicado al pie de la serranía central, en el sector oeste de Oruro, el Santuario del Socavón se erigió en el que fue un sitio ritual del pueblo precolombino uru.
La Candelaria Los colonizadores entronizaron a la Virgen de la Candelaria entre 1540 y 1550. Al ser fundado Oruro, en 1606 se efectuó la coronación oficial.
El templo Fue construido en 1781, inicialmente recibió el nombre de nuestra Señora de Copacabana. Fue ampliado en 1986. Desde hace 60 años es custodiado por la congregación Los Siervos de María.
La imagen La pintura de la Virgen de la Candelaria, patrona de los mineros, también conocida como la Virgen del Socavón, fue creada en el siglo XVI. No se sabe nada del autor.

La restauración En 1992, la imagen fue restaurada por expertos. Antes, los vestidos, pelucas y joyas -que aún se conservan en un museo- la habían deteriorado seriamente.

Hacia 1789, otra leyenda reforzó el culto a la Candelaria: la historia del Nina Nina -o Chiru Chiru-, un ladrón que veneraba el lienzo de la Virgen del Socavón y que, cuando se vio herido de muerte, fue salvado por una hermosa y misteriosa dama.
La bondadosa

"Yo he visto milagros, gente que viene enferma y que se sana; gente que llega llorando y se va tranquila, todo por obra de la Mamita”, cuenta Graciela Murillo, quien desde hace 16 años vende cadenas, rosarios, medallas y velas en su puesto en el atrio del Santuario.
"Yo sólo sé -dice la mujer de 36 años- que hay que tener fe en la Virgencita”.

La dama de los encajes

El lienzo de la Virgen del Socavón fue pintado en el siglo XVIII en los muros de adobe de la capilla a los pies del cerro. Del autor nada se sabe. Durante décadas, las cofradías de fieles engalanaron la imagen con trajes y joyas, que terminaron deteriorándola.
Hace 60 años, el obispo de Oruro encomendó a la congregación italiana Los Siervos de María la custodia de la capilla.
"Con el afán de restaurar la imagen, los padres italianos le sacan los encajes y las joyas y descubren como era el lienzo -cuenta el padre Juan-. Al verla como era, el pueblo no la reconoció, incluso hubo protestas de que habían robado a la Virgen”.
En los años 90, la imagen de la Virgen del Socavón fue restaurada y su Santuario ampliado. Con los años se recuperó el 2 de febrero como el Día de la Candelaria y se celebra con serenata y procesión para la Virgen.
Sin embargo, la verdadera fiesta de la Virgen del Socavón es en Carnaval. "Con toda la historia que tiene la Mamita, ella es la verdadera, la única reina del Carnaval de Oruro; por eso aquí hay predilectas de las fraternidades, pero nunca se llaman reinas”, refiere el custodio.


"Éste es un Carnaval único porque es devocional. Sólo aquí se ve a diablos bailando para la Virgen; diablos que se sacan la careta y caen rendidos a los pies de la Mamita. El folklore en un momento se hace plegaria y danza. Es un baile agradecido que junta la idea de la protectora y que es la simbiosis del minero que le ch’alla al Tío pero le baila a la Virgen”, añade el padre Juan.
Desde hace un año otra imagen de la Candila, de 45 metros, es parte de la tradición de Oruro. La Virgen lo sigue protegiendo.

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