¿Qué se siente ser un diablo de "la Frater”? Jose Peñaranda -vicepresidente de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada- sabe la respuesta desde que 1968, cuando tenía seis años y bailó por primera como "lucifercito”.
"Cuando te vistes de diablo te transformas, es una energía que fluye y no para hasta que te sacas la careta y caes de rodillas ante la Virgen del Socavón. Después de cumplir la promesa, te liberas y eso -un renacimiento- sólo lo entienden tus hermanos”, describe el administrador de empresas orureño que ha dedicado gran parte de su vida a "la Frater”.
No le falta orgullo. "La Fraternidad es una institución que reune desde artesanos hasta grandes ejecutivos. Entre nosotros no hay sino una fraternidad que que nos une. A tal extremo que a veces no conoces a tus compañeros por su nombre, sino por su apodo”. Y cita nombres cariñosos en quechua de los amigos.
La rebeldía de una generación
La primera diablada es La Auténtica, fundada en 1904 por el gremio de los mañazos (o carniceros). La antiguedad dio a esta fraternidad la autoridad para elegir a sus nuevos miembros.
"Después de la Guerra del Chaco, vuelve una generación de jóvenes rebeldes, con nuevas ideas de integración social. Un grupo de ellos -que se autodenominaban Los Jarros- entran a bailarar a la Autentica en los años 40. Y por primera vez entra a una fraternidad folklórica gente de la clase media”.
Como los muchachos no eran populares recibieron el apodo de "los pijes”, con el que hasta ahora se identifican. "Somos pijes porque cada año estrenabamos desde botas hasta máscaras y siempre estamos bien impecacles”, narra Marcelo Bayá Pradel, veterano diablo que no dejó las botas en 53 años.
En 1944 La Diablada debuta en La Paz. "Nunca el pueblo paceño había admirado a los diablo. La inusitada revuelta de la prensa permitió que la población espere con impaciencia la presencia de la delegación infernal, invitando a la gente a que se vuelque a la estación del ferrocarril. Así arribaron a La Paz al menos 80 bailarines llevando consigo sus atractivos atuendos y sus máscaras de carácter, rodeados de muchos curiosos y de residentes orureños que se dieron cita a recibirlos”, escriben el investigador Fabrizio Cazorla Murillo en la revista que dirige, Historias de Oruro, dedicada a "La Frater”.
Esa actuación, en la que participaron los pijes, fue definitiva; pues a raíz de un desacuerdo económico provocó la división del grupo y el nacimiento de La Fraternidad.
"LaFrater cambia la historia del carnaval de Oruro con una apropiación de la clase media. A partir de "los pijes” comienza a entrar gente de clase media a distintos conjuntos”, dice Peñaranda. Y los cambios serían más: La Fraternidad Artística y Cultural es la primera en integrar a mujeres -antes sólo bailaban hombres- y de imponer cambios coreográficos y de vestuario. "Es una institución que ha escrito historia y ahora festeja a lo grande”.
El diálogo entre innovar en el folklore y guardar la tradición
"La clave de una institución es saber volar pero teniendo las raíces bien firmes”. Así explica José Peñaranda la propuesta cultural de La Fraternidad Artística y Cultural La Diablada.
"La Frater” en sus primeros años hizo importantes cambios de la mano de personajes como el K’qwicha Viscarra quien "torció” los cuernos de la careta, determinó la uniformidad de los pasos y modernizó la cueca, entre otros aportes.
En los años 70 ingresaron las primeras mujeres como China Supay. Veinte años después harían su aparición las diablezas. "Las mujeres estamos ganando espacio, esta ya no es una fraternidad de hombres”, opina Blanca Cárdenas, quien fue durante 15 de años guía de las Chinas.
"Pero llega un momento en el cual "La Frater” hace un corte en el proceso de innovaciones y retorna a sus orígenes: retornando la careta, las ñaupas (trajes originales)”, comenta el Vicepresidente de la institución.
Este 2014, La Fraternidad Artística y Cultural La Diablada festeja sus 70 años con un amplio programa que incluyó, por ejemplo, el concierto "Carnaval Sinfónico” en el que la Orquesta de Oruro interpretó temas folklóricos y de barroco orureño.
Este sábado, los pijes de "La Frater” entrarán, como cada año, encabezando el segundo bloque los fraternos. "Todo en ritmo de diablos”.
El 70 aniversario
Concierto "La Frater” organizó con la Sinfónica de Oruro un concierto sinfónico con temas del repertorio del "barroco orureño”.
Fiesta En la recepción aniversario partiociparon los grupos Llajtaymanta, de Oruro y Suri, de Estados Unidos.
Homenaje El martes 25 se realizó el acto central por el 70 aniversario de "La Frater”, que incluyó un reconocimiento de la Alcaldía y dos exposiciones de trajes en Oruro.
Cuando ellos vestían polleras
Los fundadores de La Fraternidad Artística y Cultural La Diablada en un día de campo del año 1945 (foto de colección Oscar Elias, proporcionada por José Peñaranda, izq.).
Los fraternos que durante años bailaron como China Supay; hasta los años 70 sólo los hombres podían bailar en La Diablada y ellos asumían todos los roles femeninos.
Máscara de diablo para el Papa
En 1989, La Fraternidad Artística y Cultural La Diablada entregó al Papa Juan Pablo II una máscara de diablo en la visita del Prelado a Bolivia. Fue el símbolo de la fusión cultural y el sincretismo religioso del pueblo boliviano (derecha).
Los fundadores de "La Frater” -Carlos García, Héctor Gutiérrez y Hugo Peláez Peña- en un retrato del año 1952.
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