El colorido y esplendor de los trajes que sobresale en el Carnaval de Oruro, es uno de los mayores factores que atrae al turismo, más aún cuando este dinamismo en las indumentarias tejidas con hilos de colores y fantasía, se debe a la labor de cientos de bordadores, que trabajan arduamente meses antes de esta fecha, para entregar los trajes a los danzarines, actividad que es transmitida por generaciones.
Los artesanos bordadores, destacan la importancia de su labor dentro de la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, reconociendo que mas allá de crear innovación en los trajes, se debe respetar la iconografía que se utiliza en las figuras, para no distorsionar el mensaje de la danza misma, así lo reconoce, el dueño del Taller "El Rey", Fernando Llave.
La jornada de estos bordadores inicia, antes que salga el sol, a partir de las 04:00 horas, la misma que se puede extender hasta pasada la media noche, demostrando el compromiso que tiene estos artistas del bordado para la elaboración de los trajes del Carnaval de Oruro.
El taller de Fernando Llave, se particulariza en la elaboración de trajes para la morenada. Afirma que para terminar una sola indumentaria se necesita un mes, cuando trabaja solo, por lo que es necesario sumar a su actividad a algunos ayudantes, entre los que se encuentran sus hijos y su esposa, hecho que también fue asumido por su padre años atrás.
Dentro la Asociación de Bordadores en Arte Nativo (ABAN), donde Llave es vicepresidente, existen alrededor de 80 afiliados, poniendo un parámetro de 5 a 6 personas que trabajan por taller durante esta época, se establece el gran movimiento artesanal que se registra en la ciudad de Oruro, esto no contando a los familiares de los dueños de cada taller.
Para este Carnaval, el Taller "El Rey", elaborará cerca de 15 trajes nuevos, los que serán lucidos por la Fraternidad Morenada Central Oruro, tomando en cuenta que el trabajo que requiere es muy minucioso, además que se debe respetar algunos parámetros para la elaboración, por ejemplo, poner las figuras de las plagas y los símbolos representativos del departamento.
"Mi papá también era bordador, yo soy la segunda generación, gracias a él me he dedicado a este trabajo y en la calle La Paz, hay varios que son talleres antiguos, que están sus hijos continuando su trabajo del bordado, a mi me ha gustado y lo hago con mucho cariño, no es malo ser bordador, a mi me gusta y por eso hago los trajes para los danzarines", enfatizó Llave.
Para este Carnaval se espera que los trajes elaborados por los bordadores, llenen de expectativas a los visitantes, resaltando que este trabajo se queda en el taller, porque en el caso de los reyes morenos y achachis que requieren el trabajo de Llave, solo alquilan estas indumentarias, las que cuestan alrededor de 1.500 bolivianos por año.
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