Don Sinforiano González Benito fundó el 4 de enero de 1964 la banda Poopó de Oruro. Medio siglo después el elenco, que ha adquirido dimensión "intercontinental”, celebra sus bodas de oro con todos los honores, la publicación de un libro y un disco conmemorativo, que se presentará la próxima semana en La Paz.
En el lugar que les vio nacer, la Villa de Poopó, los músicos recibieron un primer homenaje en enero. Tras el fallecimiento de don Sinforiano hace un año, su hijo Abel González tomó el relevo. Sus palabras para resumir los 50 años de trayectoria son, en primer lugar, de agradecimiento al pueblo "que siempre nos ha apoyado de manera desinteresada”, afirma.
Resalta como ejemplo la capacidad de superación de la banda. "Ha sabido surgir desde su chocita de paja hasta convertirse en la actualidad en embajadora de la música en grandes capitales del mundo”, dice.
El libro Banda Intercontinental Poopó: Bodas de Oro, elaborado por el poeta Benjamín Chávez junto al actual director del elenco, Abel González, recoge la historia de la banda con una amplia selección de fotografías.
González nació justo el año en que comenzó la banda y siempre quiso formar parte del proyecto, aunque su padre al principio no estaba de acuerdo. "Decía que la profesión de músico era muy sufrida y prefería que me dedicara a otra cosa”, relata el heredero.
Antes de que su padre se convenciera de comprarle sus primeros platillos, él mismo logró construirse los instrumentos con agarradores de las tapas de las latas de manteca que tenían en la panadería familiar.
Cuando en la banda se requirió de un platillero (por la enfermedad del músico) Abel, con 12 años, estaba plenamente listo para ocupar este puesto. Desde entonces hasta ahora la banda se ha mantenido como una de las más importantes del panorama boliviano, según explica Chávez.
El actual presidente de la banda recuerda que antes no se daba tanto valor a la figura del platillero dentro del elenco. En cambio ahora "es el alma del grupo”. "Si el platillero está contento se nota tanto en el resto de los músicos como en la respuesta del público”, asegura Abel con la experiencia de cuatro décadas con los instrumentos.
La banda comenzó con apenas ocho músicos y en la actualidad cuenta con 220. Salió por primera vez de Oruro, con su nombre original de Banda Provincial de Poopó, para tocar en Pucarani y después les invitaron para actuar en el Carnaval de Oruro.
Corría la década de los años 70 cuando llegó el lanzamiento a nivel nacional. La Poopó comenzó a actuar en distintos departamentos y a grabar discos.
El salto al exterior se produjo con una invitación para participar en las fiestas de Puno, en Perú, donde los músicos recibieron un premio. Siguieron viajes a Chile y posteriormente España, Inglaterra y Alemania. Ya era una banda intercontinental.
Para Chávez, la banda "ha sabido aprovechar la experiencia internacional”, que la diferencia de otras. Entre los secretos del éxito, el escritor resalta la disciplina, implantada por el fundador, que se traduce en una excelente calidad interpretativa.
Entre sus composiciones más emblemáticas figura: Carnaval de Oruro. Ésta y otras sonarán con bombos y platillos en las carnestolendas orureñas.
En el Carnaval
Sorpresas El director de la banda promete sorpresas en relación a la puesta en escena concebida para las actuaciones de los carnavales de Oruro. Cada año se plantean el objetivo de innovar.
Ausentes Por primera vez en su trayectoria no participarán en el Festival de Bandas el sábado. Según Gonzáles, el motivo de esta ausencia está relacionado con "declaraciones incoherentes por parte del responsable de la organización”.
La Paz revive su Carnaval de Antaño este fin de semana
Página Siete / La Paz
La plaza Camacho será el escenario, este sábado desde las 11:00, del festival de música y gastronomía del tradicional Carnaval paceño. La muestra de las carnestolendas de antaño contará con la participación de estudiantinas y grupos autóctonos y folklóricos.
El festival de música e instrumentos tiene el objetivo de celebrar los 20 años de la entrada carnavalera Jisk’a Anata . También busca revalorizar el trabajo de los músicos de las diferentes agrupaciones que acompañan a los danzarines. Así lo explicó Juan Carlos Tapia, presidente de la Asociación Andina de Conjuntos Folklóricos.
Por su parte, el festival de gastronomía quiere destacar sabores añejos y consistirá en la degustación de las comidas tradicionales de Carnaval como el puchero, el asado borracho, la jaconta, la llaucha con ulupica y los helados de canela y leche (elaborados artesanalmente).
Todas las comidas serán preparadas por alrededor de 20 personas y los platos tendrán costos accesibles para todo bolsillo, según explicó Nelson Larrea, presidente del Centro Cívico Cultural de los Paceños.
Larrea invitó a los ciudadanos a que participen en las actividades festivas para "la recuperación del Carnaval paceño”.
Andrés Zaratti, director de Promoción Cultural de la comuna, añadió que el festival es una oportunidad para "disfrutar en familia de la comida y también de música de antaño”.
Las actividades están organizadas por el gobierno municipal en coordinación con la Asociación Andina de Conjuntos Folklóricos del Jisk’a Anata y con el apoyo del Centro Cívico Cultural de los Paceños.
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